sábado, 14 de noviembre de 2015

ORACIÓN PODEROSA Y MILAGROSA A LA VIRGEN DEL ROSARIO NOVENA PARA CASOS DIFÍCILES.

oracionesdelayer
DÍA PRIMERO
Dios te salve.
 Cuanto mi alma se alegra, amantísima Virgen,
 con los dulces recuerdos
 que en mi despierta esta salutación.
Se llena de gozo mi corazón al decir el Ave Maria,
 para acompañar el gozo que llenó
 Vuestro espíritu al escuchar de boca del Ángel,
 alegrándome de la elección que de Vos
 hizo el Omnipotente para darnos el Señor.
Amén.
DÍA SEGUNDO
María nombre santo.
 Dignaos, amabilísima Madre,
 sellar con vuestro nombre
el memorial de las súplicas nuestras,
dándonos el consuelo de que lo atienda
 benignamente vuestro Hijo Jesús,
 para que alcancemos aburrimiento
grande a todas las vanidades del mundo
 firme afición a la virtud,
 y ansias continuas de nuestra eterna salvación.
Amén.
DÍA TERCERO
Llena eres de gracia
Dulce Madre Dios os salve,
 María, sagrario riquísimo en que descansó
 corporalmente la plenitud de la Divinidad.
 a vuestros pies se presenta desnuda mi pobre alma,
 pidiendo la gracia y amor de Dios,
 con el que fuisteis enriquecida,
 haciéndote llena de virtud, llena de santidad,
 y llena de gracia.
 Amén.
DÍA CUARTO
El Señor es contigo.
Oh Santísima Virgen
 Aquel inmenso Señor,
 que por su esencia se halla con todas las cosas,
 está en Vos y con Vos por modo muy superior.
Madre mía venga por Vos a nosotros.
 Pero ¿como ha de venir a un corazón
de tan poca limpieza, aquel Señor,
 que para hacernos habitación suya,
 quiso con tal prodigio, que no se perdiese,
 siendo Madre vuestra virginidad?
Oh! muera en nosotros toda impureza
para que habite en nuestra alma el Señor.
 Amén.
 DÍA QUINTO
Bendita Tu eres entre todas las mujeres
 Vos sois la gloria de Jerusalén.
 Vos la alegría de Israel.
 Vos el honor del pueblo santo de Dios.
 Obtenga por vuestra intercesión
nuestro espíritu la más viva fe,
 para considerar y adorar con vuestro
santo Rosario las misericordias
 que en Vos y por Vos hizo el Hijo de Dios.
Amén.
DÍA SEXTO
Bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
 Lloro, oh Madre mía,
que haya yo hecho tantos pecados,
 sabiendo que ellos hicieron
 morir en cruz a vuestro Hijo.
 Sea el fruto de mi oración,
que no termine nunca de llorarlos,
hasta poder bendecir eternamente
aquel purísimo fruto de vuestro vientre.
 Amén.
 DÍA SÉPTIMO
Santa María, Madre de Dios.
No permitáis se pierda mi alma
 comprada con el inestimable precio de la sangre de Jesús.
 Dadme un corazón digno de Vos,
 para que amando el recogimiento,
 sean mis delicias obsequiaros con el santo Rosario,
 adorando con él a vuestro Hijo,
 por lo mucho que hizo para nuestra redención,
y por lo que os ensalzó, haciéndote Madre suya.
 Amén.
DÍA OCTAVO
Ruega por nosotros pecadores
 ¡Madre de piedad!
 A Vos solo dijo aquel Rey soberano de la gloria.
 Vos sois mi Madre
 Alcanzadme humildad y plena confianza,
dispuesto de este modo,
 con el auxilio de Dios,
a recibir los favores de la Divina misericordia,
por los méritos de vuestro Hijo y Redentor nuestro. Amén
DÍA NOVENO
Ahora, y en la hora de nuestra muerte,
estamos siempre expuestos a perder la gracia de Dios.
Haced que no se aparte de mi memoria
al último momento de la vida,
 que habrá de ser decisivo de mi eterna suerte.
 ¡Oh Madre de piedad!
 concededme el consuelo de morir bajo
la vuestra protección y en el amor de mi Jesús.
Amén.

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