¡
Oh Virgen de Lourdes,
Madre de Dios y Madre nuestra!,
Llenos de aflicción y,
con lágrimas en los ojos,
Llenos de aflicción y,
con lágrimas en los ojos,
acudimos en las horas difíciles,
de la enfermedad a tu maternal corazón,
de la enfermedad a tu maternal corazón,
para pedirte que derrames a manos llenas el tesoro,
de tus misericordias sobre nosotros.
de tus misericordias sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados,
de que nos escuches:
pero acuérdate que jamás se ha oído decir,
pero acuérdate que jamás se ha oído decir,
que ninguno de los que han acudido,
a Vos haya sido abandonado,
a Vos haya sido abandonado,
Ya que Dios obra por tu mano curaciones,
sin medida en la Gruta prodigiosa de Lourdes,
sin medida en la Gruta prodigiosa de Lourdes,
sanando tantas víctimas del dolor,
guarda también una mirada de bendición
para nuestro pobre enfermo,
para nuestro pobre enfermo,
(Decir el nombre del Enfermo),
alcanzale de tu Divino,
Hijo Jesucristo la deseada salud,
Hijo Jesucristo la deseada salud,
si ha de ser para mayor gloria de Dios.
Pero mucho más alcánzanos a todos
el perdón de nuestros pecados,
el perdón de nuestros pecados,
paciencia y resignación,
en los sufrimientos y,
en los sufrimientos y,
sobre todo un amor grande,
y fiel a nuestro Dios,
y fiel a nuestro Dios,
presente en todos los Sagrarios por su,
gran misericordia para con nosotros.
gran misericordia para con nosotros.
Amén.
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